El incidente protagonizado por la Armada paraguaya y pescadores argentinos el sábado último en la Isla Apipé, en el Río Paraná, motivó un pedido de repudio de diputados argentinos, además de una solicitud de informe promovido por otro legislador.
Por un lado, la diputada nacional Estela Regidor y su colega Julián Dindart, plantean el repudio por la “irrupción y coerción” de los militares paraguayos que interrumpieron la Fiesta Regional del Pescador, evento que se viene realizando desde el 2015, organizado por los correntinos.
Ambos legisladores, que responden al sector del presidente Mauricio Macri, afirman que esa mañana los que participaban del concurso pesquero “fueron sorprendidos por embarcaciones que irrumpieron, durante el torneo, desde las cuales los ocupantes, vistiendo atuendos militares del Paraguay y aduciendo una supuesta violación a leyes paraguayas, intimaron a los pescadores a cesar con la actividad que desarrollaban hasta entonces con total normalidad”, según la diputada Regidor.
Advirtió que lo ocurrido afecta a al soberanía y lesiona la buena voluntad y la cooperación bilateral de los pueblos. “Exigimos las disculpas correspondientes a través de los canales diplomáticos”, agregó la legisladora. Dijo también que no había justificativo real, político, ni legal que sustente lo que denominó “la intromisión de fuerzas militares paraguayas en nuestra provincia”.
Por su parte, el diputado José Ruiz Aragón , kirschnerista, planteó a la Cámara un proyecto de resolución para que el gobierno de Macri informe sobre lo ocurrido, así como las acciones que tomó la cancillería argentina al respecto. “Acciones de este tipo lesionan la buena voluntad y la cooperación bilateral de los pueblos”, afirmó Ruiz Aragón.
El polémico operativo en la isla Apipé estuvo a cargo del capitán de corbeta Milciades Coronel González, según el diario Primera Edición, de Misiones (Argentina). La publicación asegura que el oficial “mostró una actitud agresiva hacia los pescadores argentinos, “a quienes acusó de no realizar la devolución de los peces capturados, algo totalmente falso”.
Supuestamente, la irrupción de militares en la competencia de pesca es “una venganza” contra los argentinos que a menudo denuncian la depredación en la zona de reserva por parte de pobladores de Ayolas. Estos actuarían en complicidad con los uniformados, añade la publicación argentina.