El posible móvil del asesinato de Darío Miguel Enciso Saavedra (32), en el cerro Mbatovi, en el departamento de Paraguarí, posiblemente en manos de un espiritista y dos de sus socios, habría sido porque Miguel se cansó de dar dinero y no aparecía la plata yvyguy.
El joven fue ejecutado en la noche del sábado y su mujer, Fátima María Pavón Vall (32), resultó herida. Agentes de Investigaciones apresaron al tarotista Carlos Mario Velez Jaramillo (65), colombiano, Abel Ulises Salas López (27) y Carlos Ariel Escobar Ruiz (24), según informaron.
Según los investigadores, Darío Miguel, ya desde hace varios meses comenzó a planear con el colombiano buscar tesoros, que según la leyenda, Francisco Solano López mandó enterrar durante la Guerra Grande, en Paraguarí.
El macumbero colombiano que ya está radicado en el país, también hacía baños de purificación a la suegra del finado, de allí la afinidad y confianza entre ambos hombres. La idea era repartirse el tesoro mitad y mitad.
Mucho dinero
En todo este tiempo, el joven entregó más de 30 millones de guaraníes al payesero y a otras personas para financiar la búsqueda del oro.
Incluso hay como cinco personas más que son buscadas por haber recibido giros de dinero del hoy fallecido.
El sábado 7 de mayo, la pareja se encontró con el colombiano y sus socios en el cerro Mbatovi, cerca de la medianoche, para hacer un ritual de buena suerte y que además debía mostrarle dónde estaba escondido el oro en el cerro. En el lugar encendieron velas y otras cosas para el ritual. Incluso se encontró una servilleta con posible sangre y fluido seminal.
La sobreviviente negó que hayan tenido relaciones sexuales como ritual.
No salió el rito
La Policía presume que el ritual para encontrar la plata yvyguy no funcionó y eso hizo enojar a Darío Miguel e inició la discusión donde él fue asesinado a tiros. Su pareja, quien estaba a unos metros más arriba del cerro, al escuchar los tiros alzó la mano izquierda y una bala le acertó en uno de los dedos de la mano izquierda y después hirió en la cara.
El macumbero y sus socios, en la oscuridad del monte pensaron que estaba muerta, robaron el auto del finado y se retiraron.