Amado Fernández Chávez (58), de la barrio San Juan de Ciudad del Este está viviendo una de las peores pesadillas, según denuncia.
El hombre perdió su pierna izquierda en noviembre del año pasado, debido a la enfermedad del diabetes, lo que le imposibilita seguir trabajando mucho en su oficio como herrero.
El hombre, recurrió a la justicia para denunciar que su expareja, Natividad Fernández (56), con quien tiene ocho hijos, quiere quitarle la casa.
Según su versión, su esposa lo abandonó luego de denunciarlo por violencia doméstica. Dos meses después, relata que la mamá de sus hijos fue a rehacer su vida junto a otro hombre.
Siempre según su relato al portal, Natividad habría maquinado un plan, utilizando a otra mujer que se hacía pasar por cliente interesada en encargar una reja.
La supuesta cliente llevó a Amado para que la ex aprovechara la oportunidad para sacar todo los muebles y enseres de la casa y mudándose a la ciudad de María Auxiliadora, Itapúa.
Un día, Ña Nati volvió, esta vez con una orden de desalojo.
Amado solicitó un plazo a las autoridades para intentar aclarar la situación. Según dijo, la doña quiere vender el predio por G. 200 millones.
Ante esta difícil realidad, Amado hace un llamado a la justicia para que escuche su historia y considere la posibilidad de dividir el terreno. Él insiste en que no tiene a dónde ir y confía en el respaldo de la comunidad en la que ha vivido durante décadas.
Otra versión
Extra logró contactar con Natividad y dio una versión distinta.
“Por 30 años me maltrató, me pegó a mí y a mis hijos. Por mucho aguanté, pero después ya me cansé. Tiene seis denuncias por maltrato”, aseguró.
La señora indicó que después de que le amputaran la pierna, ella se ofreció a cuidarlo nuevamente, con la condición de que no se metiera en su vida. Así estuvo 9 meses hasta que volvió a ser violento.
“Me tiró un cuchillo y me abrió la cabeza. No le gustó que hable por teléfono. Primero nos discutimos por una asadera y después, cuando quise quitarle de la cocina, me lastimó”, detalló.
Esa fue la gota que colmó el vaso. “Ahí yo dije que no iba a aguantar más. Que le iba a sacar de mí casa, porque es mía, está a mi nombre. Siempre él se hizo de la víctima, ahora no le voy a permitir”, dijo. Agregó que incluso, mediante sus hijos, la amenazó de muerte.
“‘Yo soy quien le va a degollar a su mamá’, dijo hace poco. Mi hija la menor me contó. Me dijo que me cuidara de él”, explicó.
Agregó que vive cerca de la casa en cuestión y no en Itapúa, además que no piensa vender la que fue su hogar por más de tres décadas.
La maltrató por muchos años
Natividad Figueredo (56) lamentó que sus tres hijos mayores hayan caído en la drogadicción y piensa que fue por culpa de la violencia que vivieron. Indicó que desde el Ministerio Público le brindaron ayuda y está con psicóloga.
“La psicóloga que me atendió dejó constancia que yo no pude haberme lastimado yo sola con el cuchillo. Él había dicho que yo me hice al propósito y eso no es cierto”, agregó.