Faltaban solo dos días para que Sonia Patricia Amarilla cumpliera 20 años, pero una pistola y dos balas incrustadas en la cabeza impidieron que disfrutara del festejo que tanto planeó.
Su cuerpo sin vida, tirado en un sojal ubicado en el límite entre Presidente Franco y Cedrales, Alto Paraná, fue hallado el pasado 19 de abril.
Las investigaciones dieron primero con el dueño del celular desde donde contactaron con la víctima, luego apareció un segundo sospechoso propietario del vehículo donde Sonia subió con rumbo desconocido (ver galería).
Finalmente, ayer se presentó a la Fiscalía un tercer personaje, que a sangre fría confesó: “Yo la maté”.
Se trata de Luis Alberto Rojas Miñarro (53), papá de uno de los también detenidos, Luis Rojas (29).
Según las versiones que surgen, el cincuentón citó a la chica a un encuentro sexual, donde hubo una discusión que derivó en la tragedia.
“Según lo que él dijo, estaban en el auto y ella quiso dormirlo colocándole ‘somnil’ en la bebida, esto le enfureció y por eso supuestamente la mató”, señaló el comisario Fabio Sanabria, jefe de Homicidios de la zona.
Coartada
Al principio se manejó que Rojas Miñarro se culpó solo para proteger a su hijo, pero esta versión será investigada por los intervinientes. Sanabria sostuvo que aparentemente el autor confeso del crimen utilizó el celular, que es de su sobrino político, para concretar el encuentro y que estuvieron dando vueltas en el vehículo, en cuyo interior estaban bebiendo.
La fiscala del caso, Analía Rodríguez, dijo que se está inspeccionando el Toyota IST blanco, vehículo en el cual subió la víctima, para detectar algún fluido. Refirió que por las cámaras de circuito cerrado se presume que se trata del automóvil en cuestión.