A la vista de todos, esparcidos sobre la ruta de una calle, la municipalidad de Presidente Franco destruyó, el lunes, más de 60 caños de escape ruidosos y roncadores de motos a fin de dar un “cháke” a los motocas barullentos de la ciudad.
Los escapes fueron extraídos en intervenciones y controles de la dirección de Tránsito de la muni en un trabajo conjunto con la Policía Nacional. Hartos de los ruidazos de las motos, varios pobladores fueron hasta a ser testigos de la destrucción de los roncadores y aplaudieron el hecho.
Darío Fernández, inspector de tránsito de la ciudad, mencionó a EXTRA que los controles realizaron en distintas calles y rutas de la ciudad o en semáforos, así también por denuncias de propios pobladores a motociclistas ruidosos, durante los últimos 15 días. “Es muy molestoso escuchar el ruido de los escapes, a tres o cuatro cuadras se escuchan, la mayoría de los que los usan son esos boluditos”, alegó el agente.
Indicó que cuando van cargados de motos incautadas en sus patrulleras, los ciudadanos salen de sus casas y les aplauden, ya que están cansados, así también se sienten confiados por la nueva ley de polución sonora, pese a que desde el 2008 en la ciudad poseen una ordenanza que prohíbe los roncadores.