“¡Me hallo demasiado al verte, mi hija!”, fue lo primero que le dijo doña Viviana Aquino (77) al ver a su querida nieta Kelyn Fernández, que llegó de sorpresa desde España y logró sorprender a su abuelita paterna.
La compatriota contó a EXTRA que toda su familia (papá, mamá y hermanas) vive hace 6 años en Bilbao, España, pero su abuela quedó en Paraguay, y ella no aguantó más las ganas de abrazarla. Así que armó maletas y vino a Paraguay sin decirle nada a nadie, ni a sus padres.
“Cuando supieron que ya estaba por Paraguay, me retaron, pero yo no quería que mi abuela sepa, quería llegar de sorpresa y si le decía a alguien, se iba a filtrar la información”, dijo la joven.
Apenas pisó suelo paraguayo, fue directo a Reducto, San Lorenzo. Golpeó la mano y doña Viviana, que andaba trabajando en el fondo de su casa, fue a ver quién era. Ni bien la vio, por poco no corrió de la emoción.
“Mamá mía” dijo la abue y abrazó a su nieta que hace tiempo no veía. La emoción fue tan grande que se abrazaron como si quisieran recuperar los seis años en un solo momento y la doña no dejaba de llorar.
Doña Viviana, a sus 77 pirulos, está más activa que nunca, según contó la nieta, pues no se quiere quedar quieta así que cocina, barre, lava, y ahora le cumple todos los antojos a su nieta.
Consentida
“Extrañaba mucho el cocido quemado con chipa, el chipa guasú, el locro. Allá se hace, pero no sabe igual. Ahora ella me consiente en todo”, contó Kelyn.
Ya recorrieron Areguá y otras ciudades juntas. Kelyn se quedará casi un mes por Paraguay y luego regresará a España, con la promesa de que su abuela irá a visitarla al viejo continente.