Un señor y su familia no pudieron pegar un ojo el jueves a la noche, luego de que un vecino haya puesto la música a todo volumen. Ofuscado llamó a la policía, pero lo único que consiguió, fue que los farristas se enojen.
“Después de que vino la patrullera comenzaron a tirar botellas por mi casa y me amenazaron, y como si fuera poco entraron a mi patio trasero y tuvieron relaciones sexuales ahí”, lamentó el afectado, que prefirió no dar su nombre por miedo a represalias, pues el vecino bochinchero le amenazó que peor iban a hacer.
Según los vecinos, no es la primera vez que ocurre esto por lo que piden a las autoridades una solución, pues en el barrio, que es Santa María de Curuguaty, hay personas mayores y enfermas que necesitan descansar y de la música a todo volumen, no pueden.
“Está bien que se disfrute, también tenemos nuestros días donde farreamos, pero moderadamente. Estos ya se sobrepasan. Falta de respeto es y cansa legalmente no poder dormir y al otro día tener que trabajar. Pareciera que no se dan cuenta. No hay ley que prohíba farrear, es una diversión, pero no de esa forma”, dijo Thalía Ozuna.
Comisión garrote
Tras la denuncia pública, los pobladores están pensando seriamente en crear una comisión garrote, para tratar de dar una solución y descansar. “El jueves no hemos podido dormir y molesta mucho creo que si formamos una comisión pro- garrote sería la solución”, alegó otro afectado.
A pesar de que los vecinos llamaron a la policía y una patrullera fue hasta el lugar, en la Comisaría 5ta. de Curuguaty, no tienen ninguna denuncia por polución sonora.