La escena quedó grabada en cámaras de circuito cerrado. A eso de las 4:00 del domingo 1 de junio último, ella, la esposa, salió sin apuro, le entregó el anillo, que él le había dado como símbolo de su amor, caminó hasta el portón y subió a un auto rojo que la esperaba. El que manejaba era un hombre misterioso. En la zona hablan de que se trataría del “otro”.
Desde entonces, su esposo no volvió a verla. Mirta (28) había llegado a una quinta en el barrio San Miguel de Ciudad del Este, Alto Paraná, junto a su pareja, su hija de 3 años y una amiga. Mientras escuchaban música, comenzaron a tomar. Aparentemente, todo estaba bien. Pero en algún momento, algo cambió.
Mirta recibió una llamada, dijo que se iba y dejó a la niña a cargo del papá. Minutos después, pasó por su casa y retiró una importante suma de dinero; sin embargo, no se especificó el monto. Luego volvió a subir al vehículo.
Esa fue la última imagen que dejó. O al menos, esa fue la versión que contó el esposo. Según él, ni siquiera discutieron. Ella ni le dijo chau chau adiós.
El hombre, un pasero de nombre Abel (45), fue hasta la Comisaría 1ª del barrio San Agustín, exactamente a las 17:32. Ahí, denunció la desaparición de su señora y, además de todos los detalles que se mencionaron más arriba, dijo que no sabía dónde podría estar.
El caso fue comunicado a la fiscal Ruth Benítez, incluso se impartió búsqueda y localización, pero con el correr de las horas, la historia dio un giro inesperado.
“El que denunció, llamó a la comisaría y dijo que le encontró ya otra vez a su media naranja. Él se enteró de que (su pareja) estaba farreando en una quinta y se fue a recuperarle ”, indicó el comisario Francisco Rolón, jefe de la sede policial.
Lo más raro de todo es que el titular llamó desde un número desconocido; por lo tanto, no dieron de baja la búsqueda y localización, porque les pareció muy raro. Incluso dudaron de que se trataba de él.
Sin embargo, ayer, a las 12:30, la pareja se presentó en la comisaría para ampliar la denuncia. El que habló fue Abel, pero dio una versión completamente diferente.
Como si tuviera amnesia, relató que en realidad se contactó con Mirta a las 21:00 de ese domingo, “olvidando” lo que había declarado horas antes.
También aseguró que, en realidad, su esposa sí había llevado a su hijita, y que ambas estaban en la casa de una amiga llamada “Valeria”, en Presidente Franco. No pudo precisar el apellido de la mujer, pero aclaró que fue él mismo quien las fue a buscar y las llevó de vuelta a su vivienda.
“Dios mío, inventos”, dijo la doña
Negó que dejó el anillo y se fue de fiesta.
EXTRA se comunicó al número de Abel, pero quien atendió fue su esposa, Mirta , quien aclaró que en ningún momento se fue a farrear con otro ni dejó su anillo.
Además, aseguró que entre ambos no hubo ningún inconveniente y que todo se trató de un malentendido. “Lo que publicaron (los portales) es demasiado, Dios mío loo, inventos. Lo que pasó es que yo me fui nomás, no le atendí su llamada, él se preocupó por mí e hizo la denuncia de que desaparecí, eso nomás, porque no le atendí”, explicó.
Sobre el conductor que la trasladó, mencionó que en realidad se trataba de un Bolt. “Obviamente, tengo que llamar a un Bolt para que me lleve. Nada que ver, demasiado mucho me hizo reír la publicación. Y nada que ver, tranquilos estamos, ni bollo al caso”, dijo entre risas.