Óscar Rubén Velázquez Gadea, contralor general de la República. El contralor general Óscar Velázquez presentó ayer renuncia al cargo ante el Congreso. Tras meses de silencio Velázquez expresó que “no le quedaba otra”, debido a que los senadores votarían por su destitución en el juicio político. Antes de renunciar, Velázquez firmó una resolución, por la cual deja como su sucesor al director jurídico Roy Rodgers al frente de la Contraloría.
Dicha maniobra de Velázquez viola la Constitución Nacional, que señala claramente en su artículo 281 que el Poder Legislativo es el único con potestad de elegir a la persona que se desempeñará como contralor y subcontralor.
Tras la renuncia y última resolución que firmó Velázquez, la abogada Kattya González, presidenta de la Coordinadora de Abogados del Paraguay, denunció al contralor ante la fiscalía por el supuesto hecho punible de prevaricato. “Es una muestra de su cobardía” dijo a la radio 650 AM la abogada González sobre la renuncia presentada por el cuestionado contralor.
No sabía
En su defensa, Velázquez alegó que no sabía que Liz Paola Duarte, “la secretaria vip”, ganaba cerca de G. 27.000.000 al mes en concepto de horas extras y que supuestamente trabajaba 27 horas al día. “El caso escapó de los mecanismos de control”, expresó. Velázquez se lavó las manos y responsabilizó a la subcontralora Nancy Torreblanca de las irregularidades en la institución. “El control interno decae en la subcontralora”, aseguró ayer a la radio 780 AM.