
En una de las principales calles de Encarnación a muchos llamó la atención la presencia de una mujer que estaba trabajando codo a codo con un albañil. Esa dama era Rosa Antoniuk. La pobladora decidió convertirse en ayudante de albañilería, ya que quiso tener un patio con muchas plantas en su casa.
“Estoy acostumbrada a la albañilería, ya que en mi casa a veces arreglo lo que se necesita. En este caso compré unas plantas para un cantero, llamé a los trabajadores y les ayudé”, explicó la protagonista al canal Más Encarnación.
Rosa es ama de casa, dedica su tiempo libre a una tarea que implica mucha fuerza y que es asociada, la mayoría de las veces, a los varones. “Este trabajo es de hombres solo por costumbre. Las mujeres podemos demostrar que también podemos hacer muchas cosas. Estoy orgullosa de esto”, afirmó.
Antoniuk explicó que la diferencia de género ya no existe y que ellas también pueden sobresalir en campos como la construcción. “Podemos estropearnos las manos, pero para eso existen las manicuras, que solucionan en un momento”, destacó.
Trabajo honesto
“Una no puede estar pendiente de lo que digan los demás. Es un trabajo honesto y les digo a las mujeres que se animen a hacerlo, que hagan lo que les gusta por más que los demás se opongan. Una es feliz cuando hace lo que le gusta y siempre encontrará a alguien que le dé su apoyo”, concluyó.