11 dic. 2024

De juntar latitas pasó a ser ayudante de cocina

Dueño de una pizzería le dio laburo gracias a un gesto. Le sacó de apuros y 4 años después se volvieron a cruzar.

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Ever (al lado de su compañera) comenzó a trabajar hace tres días y aprende muy rápido.

Gentileza

La masa y las salsas estaban listas; solo faltaba hacer el fuego en el tatakua para comenzar a cocinar las pizzas.

Stefano Rossi (31), el dueño de una pizzería capitalina, iba a bajar las leñas del auto cuando de golpe se le acercó un recolector de latitas y se ofreció a ayudarlo.
“Señor, si me permite le ayudo a bajar (las leñas)”, le dijo muy amablemente. Stefano le dio las gracias y le contestó que no se preocupara. Sin embargo, su respuesta bastó para que Stefano lo invite a comer. “Me gusta ayudar, no va ser ninguna molestia”, le había dicho aquel humilde recolector.

En ese momento, Stefano recordó que ese muchachito era el mismo que hace 4 años lo ayudó en un momento muy complicado de su vida. Por esa razón, como agradecimiento a su acción, le pidió para que trabaje en su local y él aceptó encantado.

La emotiva historia fue compartida en la página de la pizzería que lleva el mismo nombre del dueño. En contacto con EXTRA, Stefano dio detalles de aquel episodio y cómo Ever (31), el protagonista de aquel noble gesto, le dio la mano desinteresadamente.

Hace tres días comenzó en la cocina y es uno de los trabajadores más guapos del lugar, según contó su nuevo jefe.

Comenzó de abajo

“Hace unos años cuando todo empezó, tenía una pequeña motito que me prestaba mi tío y con ese yo hacía los repartos, no tenía local, no tenía nada. Me acuerdo que esa moto se había descompuesto y este muchacho fue el que me auxilió”, recordó.

Gracias a eso, Stefano pudo seguir su camino y entregar los pedidos.

El hombre contó que siempre lo tuvo en mente, hasta que le tocó retribuir con otro gesto mucho mayor, porque Ever dejará las calles.

“Cuando le invité a comer, (Ever) me dijo ‘yo no quiero ser ninguna molestia, no estoy vestido para entrar’; tenía una ropa rota y yo le contesté que no importaba ‘pasá con tu bolsa y todo’, le dije y se puso recontrafeliz”, soltó.

“Ahí comenzamos a conversar y algo me decía que le conocía de algún lado y después le dije ‘disculpame, Ever, pero no sé si te recordás que hace mucho tiempo vos me habías ayudado’, me miró y me dijo ‘sí me acuerdo’ y fue así como se dieron las cosas”, agregó.

Además de preparar unos ricos burritos, Ever siempre está dispuesto a apoyar a sus compañeros de las demás áreas, según su patrón Stefano, quien asegura que su nuevo ayudante no lo va a defraudar.

“Siempre hay que ayudar al que quiere salir adelante y nunca juzgar por la situación que uno está pasando. Yo también en su momento toqué muchas puertas y tenía que tragarme muchas cosas. Entonces digo, ‘si yo pasé por eso, ¿por qué tengo que cerrarle las puertas a las personas?”. Stefano Rossi, emprendedor.