05 mar. 2025

Daba la prestación alimentaria y años después pilló que su hijo era de ¡OTRO!

Sus amigos le decÍan que era “alonsito”, no le parecía ni en su pie. Javier trabajaba como guardia de seguridad y ante la duda pidió ADN.

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Después de 4 años de dudas, Javier solicitó la prueba de ADN con la que confirmó que no era el papá de la criatura.

Javier enviaba mensualmente el dinero que le correspondía a su pequeño, hasta que sus socios le empezaron a bromear con que el nene no le parecía en nada. Ni en la punta del pie ni su sonrisa.

Las bromas comenzaron a hacer efectos y le dejaron intranquilo.

“Mis amigos me decían entre broma y a la vez en serio que el nene no me parecía, y yo la verdad que ya tenía mis dudas desde antes”, mencionó a EXTRA.

Preso de la intriga decidió realizar una prueba de ADN por medio de una demanda judicial. La mamá no se podía negar.

Fue entonces que confirmó todas sus sospechas: El niño no era su hijo biológico.

Vivió 4 años en un engaño.

Del amor al engaño

Javier relató cómo conoció a Ramona, su expareja, y cómo su historia pasó del amor al engaño.

Oriundo de Caaguazú, Javier se trasladó a Asunción para poder estudiar.

Trabajando como guardia de seguridad, con mucho sacrificio logró hacerle una casa para sus papás en Capiatá y desde entonces vivió con ellos en la ciudad.

En el 2015 conoció a su ahora expareja por medio de vecinos, el amor se generó rápidamente y desde el 2016 empezaron a salir. Ese mismo año, aunque la relación no era muy estable, su amor dio como fruto a su primera hija, lo cual emocionó mucho a Javier.

Las sospechas

Su trabajo como guardia de seguridad le mantenía fuera de la casa casi todas las noches.

Javier nunca tuvo grandes peleas con Ramona, pero sí le causaba desconfianza que casi nunca estaba en la casa cuando él llegaba casi a la madrugada.

“Cada vez que le reclamaba, ella se ponía altanera. Me decía que supuestamente estaba en su trabajo, pero yo no le creía porque nadie trabaja como empleada doméstica a esa hora”, indicó.

Se callaba

Javier, cansado y para evitar agrandar la pelea, se callaba nomás, pero no le gustaba el comportamiento de su concubina.

Fue en el 2020 que Ramona le dio la “feliz noticia”. Estaba embarazada de 4 meses.

Lejos de emocionarse por la idea de ser papá por segunda vez, le aseguró a Ramona que ese hijo no era de él, aunque de igual manera le dio su apellido. Ya había nacido en su kokue, como se dice.

Peleas

Las peleas fueron en aumento con Ramona y se separaron. Su ex no le permitía ver a su primera hija ni por videollamada.

“Como no me dejaban llegar a la casa para verle, me dieron un número para hacerle videollamada y cuando intenté nunca me contestaron. Al día siguiente ya me denunciaron por violencia doméstica, algo que jamás ocurrió”, afirmó.

Con la denuncia, llegó una orden de alejamiento de 500 metros, por lo que ya no pudo ver a la criatura, pero él no apeló porque en ese momento, no podía pagar un abogado.

Durante ese tiempo, Javier pagaba la prestación. Era poco ciertamente porque como guardia de seguridad el sueldo no era bueno.

Abogado

Javier, no podía verle a su hija, fue denunciado, tenía orden de exclusión y encima dudaba de su paternidad. Ahorró un poco y contrató un abogado.

Silverio Martínez, abogado de la víctima, mencionó que con la orden de un juez, se realizó la prueba de ADN, y el resultado de este salió negativo, confirmando así sus sospechas.

Martínez, mencionó que al conocerse los resultados, se solicitó el desconocimiento de filiación ante la jueza Helem Almada, de Capiatá. Le quitará su apellido al nene.

El “alonsito” no es rencoroso

El abogado de Javier comentó que ahora su cliente está tranquilo, que seguirá cumpliendo la prestación con su hija, pero no ya con el nene. EXTRA le consultó si puede pedir que la doña le devuelva el dinero que le pagó por la manutención del mita’i, el letrado afirmó que de poder, puede, pero no hará tal cosa. Ya que Ramona es una señora de escasos recursos. El caso de Javier no es el único, tanto entre gente humilde como con dinero, pillaron que eran alonsitos.