Doña Juana Báez, la abuelita más querida y longeva de Puerto Don Joaquín, Capitán Meza, Itapúa, cumplió nada menos que 103 años y está más lúcida y activa que muchos de 30. Su secreto: un chiqui de caña (una cucharada) con verbena cada mañana en ayunas.
Doña Juana nació un 24 de junio de 1922, en plena revolución ya que un grupo de rebeldes quería derrocar al presi Eusebio Ayala y el país vivió una de sus peores crisis.
Tuvo 12 hijos, pero crió a muchos más que le dieron montón de nietos, bisnietos y hasta tataranietos, la cantidad ya no sabe “hetaitereima che hegui (ya son demasiado para recordar”, dijo la abuela.
Anteriormente vivía sola, pero debido a su edad, uno de sus hijos de nombre Severo, fue a vivir con la abue, pero igual hace todas las cosas porque no le gusta estar sin hacer nada. Ella cocina, lava su ropa, limpia, de todo hace.
Una de sus hijas, Angélica contó que ña Juana se levanta temprano a preparar su mate en su cocina a leña, pero antes de sentarse a tomar, prepara un remedio al que le atribuye su salud y es un poco de caña blanca con hojas de verbena y toma en ayunas.
“No tiene diabetes ni colesterol ni hipertensión, como todo lo que quiere y lo que le gusta más es el chocolate. Otro de sus vicios es el náko (tabaco que se masca), si le falta ese, ella ya está pire vai”, dijo la hija.
El martes pasado varios de sus hijos fueron junto a ella y le hicieron un asado y sopa, aparte de llevarle torta con los colores de su querido club Olimpia. En su cumple también bailó para celebrar sus 103 años. “Ella siempre nos dice que nunca pensó que iba a alcanzar esta edad y está feliz. No somos ricos, pero somos una familia unida con mucha salud”, dijo Anto.