María Inés Fernández (54) muestra dónde estaba sentada cuando el joven se le acercó. Como todas las noches, Félix Ferreria (44) se dispuso a cerrar su negocio cerca de las 21:00 del domingo, en San Antonio. Frente a la entrada, estaba sentada su esposa María Inés Fernández (54). Juan Matías Hebein Riveros (24), quien hace diez días salió de la cárcel y debía cumplir prisión domiciliaria, se acercó a ella para pedirle un cigarrillo.
La mujer le respondió que no lo tenía con ella, pero que podría invitarle de lo que tenía en el almacén. Entró a la despensa pero, sin darse cuenta, el muchacho se colocó detrás de ella y le exigió que le entregara el dinero que tenía, a punta de un arma blanca.
Desesperada, la almacenera gritó y su marido, sin pensarlo dos veces, tomó una pistola que tenía guardada en una de las habitaciones y luego disparó al asaltante, en la pierna. El delincuente murió camino al hospital, minutos después.
“Mi intención no era matarle. Cuando le disparé yo mismo fui a la comisaría a comentar lo que pasó y a pedir ayuda”, recordó Ferreira, quien quedó detenido tras el incidente.
Hartos
“Estamos cansados de los drogadictos. Nuestro negocio en varias oportunidades ya fue atacado con piedras por no querer atenderlos. La zona es muy peligrosa y queremos mudarnos para tener más tranquilidad”, dijo su señora.
“Lo que más me dolió fue ver a mi marido esposado como un delincuente. Nosotros trabajamos mucho para comer cada día”, finalizó. Los pobladores señalaron que el barrio San Roque está “repleto” de consumidores de drogas que atemorizan al vecindario cuando cae la noche.
Laura Ávalos, fiscala del caso, señaló que Ferreira podría ser imputado por homicidio doloso, ya que Hebein Riveros ya estaba huyendo del sitio cuando recibió el mortal disparo. Sin embargo, anunció que estudiará mejor las circunstancias del episodio para tomar la mejor decisión.
El muchacho contaba con varios antecedentes: por hurto agravado (2011), robo (2011), prohibición de portar armas y robo agravado (2016).