Tras más de 20 años recorriendo rutas al volante de su camión cisterna, Marcos Aurelio Lugo Silva vio a la muerte frente a sus ojos. Su instinto de supervivencia fue más fuerte que la desesperación del momento: logró escapar de la trampa mortal en que se convirtió su vehículo y salvó su vida.
En la mañana del martes, el hombre salió de su casa en Villa Elisa para recorrer 500 km y desarrollar el motor de su máquina. Llegó hasta el Puente Galileo sobre el río Negro, en Falcón. Cruzaría las rutas XII y IX. De allí regresaría a casa junto a su esposa e hijos.
Ataque casi mortal
Por el camino, por poco no cuenta el cuento: su cabina fue invadida por avispas, que ocasionaron que su rodado caiga 20 metros, sobre un río.
“Al entrar al puente me entraron avispas y empezaron a picarme. Perdí el equilibrio y se me fue el camión hacia la baranda. Cuando iba a caerse, abrí la puerta y me tiré”, contó asegurando que por suerte iba a una velocidad prudencial, por lo que pudo escapar. “O si no, me iba a ir todo con el camión en el agua”, dijo.
Por el lugar pasaba un motoqueiro, que lo auxilió hasta un puesto del MOPC colocado a unas dos cuadras. Con fiebre y adolorido fue auxiliado desde ahí por una patrullera de la comisaría local hasta el centro de salud.