Hansi Stolle vive en la zona rural de Obligado, distrito del departamento de Itapúa. Allí, hace varios meses descubrió su “amor” por los buitres y empezó a criarlos en su propia casa. Inició con una pareja, ahora son más de 300. “Empecé mis gustos hacia ellos cuando unos amigos me trajeron una pareja y los largué acá en el patio de casa. Les daba de comer y, con el tiempo, empezaron a venir cada vez más, ahora son cientos. Después ya me pareció interesante tenerlos”, explicó el poblador en Itapúa Noticias.
El cuidador de las aves carroñeras agregó que los alimenta todas las mañanas con varios kilos de patas y tripas de gallina que consigue de forma gratuita en un frigorífico de la zona. El hombre se toma el tiempo de ir a retirar las menudencias y prepararlas de la mejor manera para que sus mascotas puedan comer. Mientras, sus “amigas” se juntan a su alrededor o vuelan en círculos sobre él. “Yo sé que es una locura, es la única manera que se puede explicar que una persona críe estas aves. Me gusta porque nadie quiere ni tiene estos animales, pero son mansitos”, aseguró
Vecinos contentos
Las mascotas de Stolle no son molestia para los vecinos que, lejos de presentar quejas, se sienten contentos y hasta colaboran con la comida. “Antes se juntaban en lo del vecino que tiene un criadero de cerdos. Ahora que yo les doy de comer, los vecinos me traen sus chanchos muertos (como alimento)”, contó. El lugareño dijo que no sabe hasta cuándo los criará, pero adelantó que seguirá cuidando de los buitres hasta que decidan partir.