26 abr. 2024

COVID: “No le dejé morir a mi esposa ni a mi bebé”

Salud dijo que marido no autorizó cirugía de emergencia. La mujer estaba grave por COVID y tenía que ser operada.

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Fue internada el lunes 3 de mayo en el Hospital de Lambaré, el miércoles falleció.

Gentileza

La muerte de Lourdes Mabel Palma tuvo repercusión internacional. Tenía COVID y estaba grave.

La joven madre de 25 años estaba embarazada de cinco meses y supuestamente falleció porque su marido no autorizó la cirugía de urgencia que le habían recomendado los doctores. Querían salvar ambas vidas.

Incluso el propio director de la XI Región Sanitaria (Central) Roque Silva López, lamentó la situación a través de las redes sociales.

Sin embargo, su marido Digno Zarza, desmintió las acusaciones y trató de mentiroso a Silva. El hombre manifestó a EXTRA que llegará hasta las últimas consecuencias por la memoria de su esposa que estaba embarazada.

Ella trabajaba en un motel y él era el guardia del lugar. No sabe si se contagió en el lugar de trabajo o en otra parte.

Hoy presentará una denuncia formal por negligencia en contra del hospital.

“Ya hablé con un abogado y vamos a presentar la denuncia, ellos me vieron muy humilde y creyeron que me iba a callar, pero no es así”, indicó.

Zarza recordó que a Lourdes la internaron el lunes 3 de mayo, la embarazada no podía respirar bien, pero estaba lúcida.

Terapia intensiva

“Ellos querían hacer la cirugía pero me dijeron que necesitaba la terapia intensiva, yo le dije al doctor que por favor salven a las dos, tampoco me dijeron: ‘mirá Digno, nosotros te traemos este papel y queremos que nos autorices para hacer la cirugía’, salieron nomás a informarme que estaba empeorando”, recordó.

Recordó que cerca de las 3:00 de la madrugada del miércoles 4 de mayo le informaron que intubarían a Lourdes, lo llamaron para que hable con ella, a quien tampoco le pidieron la autorización para dicha cirugía. “Ella no estaba al tanto”, dijo.

Sin embargo, minutos después de intubarla la mujer perdió la vida.

“Las enfermeras y los doctores corrieron de aquí para allá, una de las enfermeras gritaba ‘Dios mío, Dios mío, se rompió’, pero no sé qué fue lo que se rompió”, recordó.

“Yo no le dejé morir a mis esposa, ellos le mataron”, dijo muy dolido.

El afectado señaló que después de la muerte de la mujer recién le hicieron firmar un papel que no leyó porque estaba shokeado.