Gilberto Cabral Aquino fue hallado culpable por el tribunal de sentencia, que lo condenó a 8 años de cárcel por abuso sexual en niños.
El joven era profesor de natación en la escuela Agua Viva, ubicada sobre Médicos del Chaco casi Paz del Chaco, del barrio Valle Ybaté, Lambaré.
En el 2014, el mismo fue denunciado por tres padres de familia de haber manoseado a tres alumnitas. El hombre se aprovechó de su autoridad como profesor para tocar las partes íntimas de las menores.
El Tribunal de Sentencia, presidido por la jueza Liz Ramírez e integrado por Liliana Ruiz Díaz y Leticia Fracchi, dictaminó el fallo tras considerar las pruebas producidas por la Fiscalía.