El colegio de Lambaré, que está en el ojo de la tormenta tras la denuncia de abuso de un niño de 6 años en el baño de la institución, lanzó un comunicado que más allá de calmar las aguas, aparentemente aumentó más la indignación de la gente en las redes sociales.
En el documento resaltaron cinco puntos, entre ellos: que para ellos “la protección y seguridad” de sus alumnos es “primordial” y que toda situación irregular que se les informa es “inmediatamente investigada conforme el protocolo” y “reportada a las autoridades educativas”.
Alegaron que no dan información particular a “ningún tercero no autorizado” para proteger los datos personales e intimidad de sus estudiantes.
En cuanto a la denuncia específica de abuso al niño por parte del alumno de 15 años, alegaron que desde que recibieron la acusación, iniciaron supuestamente la investigación.
“No existe identificación de ningún hipotético agresor, ni parte médico de lesiones, ni tampoco prueba alguna de irregularidades, pero ello no implica que no sigamos cooperando con las autoridades, porque para el colegio es imperativo que se llegue a las últimas consecuencias para dar seguridad y protección al menor supuestamente agredido”, resaltaron en uno de los párrafos del texto.
Agregaron: “Si finalmente resultara este caso ser una denuncia falsa, igualmente debe esclarecerse hasta las últimas consecuencias para denunciar ante los tribunales a los responsables, y proteger el buen nombre del centro y toda su comunidad educativa”.
El párrafo del comunicado que encendió aún más la indignación fue al afirmar que “condenan la publicidad que algunos familiares y su abogado ha dado a un hecho tan delicado”.