
Una carretilla y la ayuda de su nieto de 7 años es todo lo que Eusebia Ramos (66) necesita para superar cualquier escollo que se ponga en su camino. Las veredas de Lambaré no son fáciles de sortear y, de tanto en tanto, la mujer le pide al chico que levante la rueda para continuar el recorrido.
La mujer transporta las hortalizas desde J. Augusto Saldívar hasta Lambaré para ofrecerlas casa por casa a su ya formada clientela. “Vengo en micro con mis verduras y después las reparto con esta carretilla, así no tengo que cargar con tantas cosas”, cuenta ña Eusebia en un dulce guaraní.
Esfuerzo
La carretilla se la presta un poblador lambareño. Sobre ella se ven lechugas, rabanitos, cebollitas de verdeo, mandarina, naranja, perejil y acelga. Un buen día de ventas le deja una ganancia de G. 70.000. Para traer sus mercaderías los choferes le cobran G. 20.000.
“Hasta qué hora trabaja?”, le pregunta EXTRA. “Hasta que venda todo”, responde. Agrega que tiene 8 hijos y, con tristeza, comenta que Fidencia, la mayor, padece de una delicada enfermedad. “Tiene lupus y sigue su tratamiento en el Hospital Nacional de Itauguá, ahora está internada”, revela.
Asegura que sus productos no pesan mucho y que le encantaría que la carretilla fuese suya y no prestada. Su acompañante luce una camiseta de Olimpia y de su bracito cuelga una canasta con limones y bolsas cargadas con ají. “Mi ayudante está contento porque ganó su club”, revela nuestra heroína.