Cuando Derlis Lomaquis tenía 10 años vio que una casa rodante recorrió una de las compañías de su querido San José de los Arroyos, en Caaguazú, y ahí supo que algún día él iba a tener una igual.
Pasaron los años y el sueño parecía imposible, pero luego se dio cuenta de que sí podía lograrlo. Comenzó a encaminarse hacia el objetivo de que, cuando se jubilara, recorrería el mundo en su propia casa rodante.
Ahora, con 60 años y ya jubilado desde hace 4 meses, lo que tanto anhelaba se hace realidad.
“Mi familia se reía de mí, no me creían, hasta que compré el camión. En ese entonces me faltaban 6 años para mi jubilación y, de a poco, comencé a transformarlo”, recordó.
Ahora el rodado está 95% listo para hacer los viajes más largos.
Su señora, Rosario Franco, docente jubilada, lo acompaña en esta aventura, aunque a ella no le gusta tanto dejar su casa por mucho tiempo ni alejarse de sus hijos, que ya son mayores de edad.
“Antes aprovechábamos los feriados y mis vacaciones, pero ahora ya hacemos viajes más largos. Hace casi dos meses nos fuimos a Brasil, que fue nuestro primer viaje internacional”, contó.
Ahora el objetivo es llegar hasta Alaska, pero antes harán el trayecto hasta Ushuaia, Argentina. Saldrán el 1 de octubre y creen que les tomará unos 6 meses.
“No es que sí o sí debamos llegar a Alaska, porque es complicado, pero vamos a emprender el viaje y a ver hasta dónde llegamos”, dijo don Derlis, que actualmente vive en Limpio.
El vehículo, al que bautizaron como “Óga guata”, tiene 10 metros cuadrados. Cuenta con camas para 6 personas, cocina, baño y comedor. “El espacio es reducido, pero se viaja cómodamente”, afirmó.
La pareja ya visitó varias ciudades del Chaco, Itapúa, Alto Paraná, Caaguazú, entre otros. “Nosotros no tenemos una ruta fija, vamos donde se da la oportunidad”, añadió.