28 mar. 2024

Compró por 100 palos con la cédula de otra persona

La dueña extravió su documento de identidad. La propia víctima pilló el fraude y avisó a la Fiscalía

estafadora.jpg

Momento en que Yeny Elizabeth Cabrera Franco firmaba los documentos haciéndose pasar por su víctima.

El camión en que venía la tele de casi 5 millones de guaraníes que solicitó Yeny Elizabeth Cabrera Franco, llegó a su casa situada entre las calles Rogelio Figueira y Última, barrio Virgen de Fátima, en Trinidad, Asunción. La joven de 20 años firmó los papeles sin saber que las personas que estaban detrás del uniforme de la empresa... ¡Eran policías!

Ella cayó redondita en la trampa que le tendieron agentes del Departamento contra Delitos Económicos. Los efectivos investigaban la usurpación de identidad que sufrió A. M. P. V., de 25 años, con la cédula de quien Yeny Elizabeth había hecho una buena partida de fraudes.

Casas comerciales, financieras y hasta bancos fueron perjudicados por un valor aproximado de G. 100 millones, en préstamos en efectivo y compra de electrodomésticos, por parte de la joven que se iniciaba en el mundo de la estafa.

“Hace casi un mes que estaba operando. Contactamos con una de las casas a las que solicitó nuevamente un producto. Le pedimos que nos dé participación de la entrega de la mercadería”, comentó a EXTRA el comisario José Velázquez.

Fue así que se hicieron de los uniformes y le cayeron a domicilio disfrazados de deliverys del producto. “Una vez que ella firmó todo, le pusimos las esposas”, acotó.

Víctima pilló

El caso comenzó cuando la propia víctima se dio cuenta de lo que ocurría. Como trabajadora administrativa del Ministerio de Salud, tenía acceso a Inforcomf. “Un día revisó su estado y se percató que una empresa llamaba mucho a consultar sobre ella y se dio cuenta que estaban solicitando créditos a su nombre”, detalló el uniformado.

La cuestión fue que el 23 de junio, la víctima extravió su cédula y esta cayó en manos de personas inescrupulosas. “Ahí mismo hizo la denuncia del extravío de su cédula en la Fiscalía de Fernando de la Mora y también se comunicó con las empresas a las que le solicitaban los créditos”, agregó Velázquez.

A partir de su denuncia, el fiscal Itálico Rienzi pidió ayuda a los policías especializados en este tema y empezó la investigación.

“Solo cumplía órdenes”, dijo

Velázquez comentó que la detenida afirmó ser solo un peón en el esquema de estafas. La joven declaró ante los agentes quién le contrató (su patrona), y resultó ser una vieja conocida en el mundo de este tipo de fraudes. “En el ámbito es muy conocida, tiene orden de captura y varios antecedentes”, dijo.

El comisario comentó que tanto la víctima como la autora viven en el barrio Trinidad, situación que, de alguna forma, facilitó a los delincuentes el acceso rápido al documento extraviado.