03 mar. 2025

Combatirán el agosto con rebusque y combos

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Imagen: El bolsillo de los que compran en el mercado 4 es aquel cuyo dueño tiene trucos a la hora de comprar.

“Agosto vaka piru rerahaha (Agosto, época en que desaparecen las vacas flacas)”, dijo sonriendo María Pérez, mientras acomodaba su enorme bolsón. De esta manera, ella hacía alusión a la popular creencia de que el octavo mes del año es uno de los más difíciles de sobrellevar.

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Foto: María Pérez, compradora

En medio de la ajetreada mañana, María fue a realizar algunas compras en el populoso Mercado 4 y con todo su ingenio preparó la lista para la semana. Contó cuáles son los trucos que utiliza para que el bolsillo aguante hasta el último día del mes, que muchos lo consideran “yetatore”. “Comprar fideo, arroz y yerba a granel siempre es una buena opción”, dijo. Agregó que para ahorrar en la cena prefiere un rico menú a base de puchero de pollo y, si se quiere dar el gustito, compra carnaza de segunda, así todavía puede tener vuelto. Para Juan Bautista González, quien vende frutas en un semáforo, este mes es el más “hendy”, porque los clientes solo quieren regatear.

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Foto: Juan Bautista González, vendedor ambulante.

“Algunos prefieren comprar ya entrada la noche porque es cuando bajamos los precios, otros me piden que por G. 5.000 les dé una docena y media de banana, pero… a veces se puede y a veces no entra”, contó. Y, si de ingenio hablamos, Mirian González tiene una amplia experiencia. Con una presentación impecable prepara el combo de verduras que no debe faltar en cualquier mesa y coloca los vegetales en una bolsita cuyo costo es de G. 5.000.

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Foto: Mirian González, vendedora.

“Es lo que más se vende, a la gente le gusta porque tiene tomate, locote y cebolla, lo principal”, señaló. Sentado en su puesto, Ever Sánchez dijo que sale bastante la ropa usada, sobre todo, los abrigos para niños.

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Imagen: Éver Sánchez, vendedor de ropas usadas.

“A partir de G. 5.000 ya se puede tener una prenda y las mangas largas y eso desde G. 15.000”, detalló. Así, la gente “común” se las arregla día a día chuleando. La consigna es que siempre quede algo en el bolsillo.