Como si fuera un colectivo fantasma, la Línea 54 bajó a toda velocidad por la Avenida Bernardino Caballero de Ypané.
En su interior no había nadie, ya que minutos antes el conductor bajó para comprar combustible, según el reporte de los testigos.
Aparentemente el chofer no habría asegurado el freno de mano y, sumado a eso la falta de mantenimiento, hizo que la unidad no pudiera quedarse en el lugar.
El susto, por fortuna, solo fue el gran ruido que produjo el choque contra varias motocicletas que estaban estacionadas frente a la Comisaría 23 Central.
Los biciclos dañados pertenecen a los trabajadores de la zona que las dejan frente al puesto policial para ir a trabajar.
El accidente, que ocurrió este lunes, pudo haber sido peor, por lo que los lugareños lamentaron la desatención del encargado del transporte, según la página de noticias en Facebook, Ypané Magazzine.
Ahora los dueños de los biciclos reclaman a la empresa por las pérdidas que representa el percance.