La última semana de noviembre los cobradores de crédito sacaron uñas y dientes para reclamar deudas pendientes. A full pescan por el aguinaldo.
Doce llamadas y una lluvia de mensajes por WhatsApp recibió una señora de Ñemby, de parte de sus acreedores.
Ella les explicó que no iba a poder pagar hasta la primera semana de diciembre, pero el funcionario sabía que ya había cobrado su sueldo y hasta qué pagos hizo.
“Ayer pagaste Crediágil y a nosotros nos venís con excusas. ¡Qué bien!”, le reclamó el señor. En otro mensaje le indicó: “Además ya percibió sus haberes, lo que demuestra que tiene otras prioridades”.
La doña quedó sorprendida por la cantidad de información que la empresa tiene sobre ella y, sobre todo, por cómo lo utilizan.
Luisa Martínez, de Asunción, contó a EXTRA que se atrasó 2 meses con el pago de su préstamo. El lunes le llamaron de la financiera y le dijeron que debe usar su aguinaldo para ponerse al día. Señaló que recibe al menos 10 llamadas al día.
“Una chica me dijo que ya averiguó qué fecha iba a cobrar mi aguinaldo y que esperaban que me ponga al día o sino van a empezar a informar a mis jefes sobre mis deudas”, expresó.
Don Carlos Domínguez, de San Lorenzo, es carpintero, no tiene aguinaldo, pero igual es presionado por sus cobradores por el efecto de fin de año.
“Estamos a fin de año y seguro ya tenés muchos clientes, todos los días de diciembre voy a enviar un cobrador a tu negocio”, le dijeron desde Credi Solución.
Hay que denunciar
El abogado Edward Arca, titular del Centro de Atención al Deudor (Cenade) señaló que todas las empresas de finanzas se colaboran información para poder seguir el rastro a sus clientes.
“Ellos pueden saber fácilmente cuándo cobrás si es que estás en un ente público o si la empresa privada no protege la información de sus empleados. Con una llamada se puede saber. Además, las empresas acreedoras también se pasan datos entre ellas”, manifestó.
Compartir esas informaciones no siempre es ilegal. Arca explicó que al firmar el préstamo, el deudor acepta que sus datos sean utilizados para diferentes fines.
“Hay que leer las letras chicas porque o si no después vienen problemas grandes”, apuntó Arca.
El abogado aclaró que no hay que permitir que los reclamos de deudas se conviertan en ofensas, amenazas o maltrato psicológico. Está prohibido por ley y la empresa podría pagar feroz multa.
El Centro de Atención al Deudor, sobre Tte. Fariña 1023, Asunción, te ayuda a salir de líos. Sedeco recibe denuncias contra empresas al (021) 524 455.