El cobrador de una casa comercial, Néstor Darío Giménez Rojas (35), detuvo su moto a la altura de la compañía Cerro Peró de Valenzuela, Cordillera, e ingresó a una zona boscosa para orinar.
Al dirigirse nuevamente hacia su biciclo, fue interceptado por dos hombres a bordo de otra moto, uno llevaba un casco negro y el otro, gris. El acompañante bajó rápidamente y, con un cuchillo, obligó a Néstor a entregar toda su recaudación, que totalizaba unos G. 7.000.000. Antes de huir, el ladrón se apoderó de las llaves de la moto y agujereó la rueda delantera del biciclo.
La mentira
Esa fue la historia que Néstor contó el sábado pasado a los policías de la Comisaria 19, pero el uniformado que le tomó la denuncia no se tragó el cuento. Empezó a hacerle preguntas y el trabajador cayó en contradicciones.
El cobrador no pudo sostener sus mentiras y reveló que el viernes fue a realizar cobros en Villarrica y, en vez de guardar el dinero de su patrón, lo gastó en tragos y juegos de azar. El agente descubrió que Giménez Rojas contaba con un historial delictivo por abuso sexual (2000), coacción sexual (2003), lesión grave (2006 y 2010).
Incursión
La Policía de Investigación de Delitos fue con el detenido hasta el sitio donde supuestamente ocurrió el robo. En una zona boscosa encontraron la llave de la moto y el cuchillo con el que supuestamente fue amenazado.
El fiscal Juan Benítez manifestó que González podría ser imputado por simulación de hecho punible y robo.