Juan Báez (52) tenía 25 años cuando entró a trabajar como chofer en la mítica Línea 27. A más de dos décadas en la empresa de transporte San Lorenzo, recordó las anécdotas a bordo de sus unidades.
El rostro se le iluminaba cada que recordaba aquellos viajes en donde subía “todo tipo” pasajeros: escueleros, vendedores ambulantes, borrachos, dormilones, ere eréa. Con la implementación del billetaje electrónico, se redujeron a la mitad sus preocupaciones.
“Me acuerdo que la gente se enojaba porque no teníamos vuelto, era un poco difícil encontrar sencillo en esa época. Había gente que cruzaba por el molinete y tenía plata grande, al pasar por el molinete a nosotros ya nos cobraban, muchas veces no nos pagaban pues”, dijo Báez.
Actualmente se preocupa solo en manejar, aunque todavía hay pasajeros que encuentran la forma de no pagar. “No sé cómo lo que hacen, pero apoyan rápido la tarjeta y aprietan los botones, entonces se prende la luz verde (de cobrado), pero en realidad no le cobra. Como hay muchos pasajeros, hay veces que esos que se suben en la estribera se bajan sin pagar también”, explicó.
El trabajador del volante indicó que durante muchos años trabajó de noche, pero la frecuencia de la línea fue disminuyendo.
“Nuestro recorrido es único, no hay ramales, pero en el camino está el Hipódromo, donde siempre hay conciertos, cuando hay partido, siempre había y hasta ahora hay gente. Antes salía el último a las 23:30, pero a la 01:00 ya había otra vez”, mencionó con añoranza.
Uno de los viajes que más recuerda es la vez que, sobre la Avenida 5ta. en Asunción, le hizo la parada el exjugador de Cerro Porteño, Carlos “Aquiles” Báez.
“Creo que hacía luego siempre, pero para llamar la atención o algo así. Se bajaba a las pocas cuadras, pero solía tomar por ahí porque tenía un local sobre 5ta.”, dijo.
¿Aerolíneas?
¿Te imaginás del porqué se le conoció como ‘Aerolíneas 27’? El chofer indicó que todo comenzó con la adquisición de un nuevo seguro.
“Antes teníamos un seguro contra todo. Lo que sea, no importaba lo que se atravesaba, porque era política de la empresa llegar a hora. Vos tenías que llegar a cierto lugar en tanto tiempo, tu trasero (el micro que le seguía) no tenía que pasarte, entonces no jodíamos tanto en el camino”, comentó. Agregó que hoy por hoy ya no importa quién le pase a quién y que se viaja más tranquilo.
En los dos redondos diarios que antes hacía, de cuatro horas cada uno, ahora solo hace uno diario por los problemas económicos que atraviesa la empresa, incluso se habla de que la firma estaría en quiebra y que podría ser comprado por otra línea, aunque nada está confirmado.
Hace unas semanas fueron a paro porque adeudaban varias semanas de salario. Aunque ahora están al día con el pago semanal, deben un año de IPS.