Luego de más de 5 meses de haberse registrado el crimen, donde perdió la vida Rosangela Cristina Deckmann, hoy fue capturado su viudo, Osvaldo Querino Dalpra, de 35 años, como supuesto autor del crimen. La detención se produjo en Naranjal, a 100 kilómetros de Ciudad del Este, lugar donde se produjo el crimen en octubre del año pasado.
El caso ocurrió en un supuesto asalto al local comercial de la víctima, pero la investigación tuvo un giro hacia la pareja, del que ahora sospechan haber simulado todo para tratar de despistar a los investigadores.
El hecho se había registrado en la mañana del 28 de octubre del año 2021, en el barrio Santa Catalina del distrito de Naranjal. El hijo menor de 11 años dormía en su pieza, mientras que su madre era asesinada. La víctima fue hallada muerta por unos vendedores y luego se comprobó que tuvo 6 heridas con arma blanca.
La investigación de los datos técnicos del teléfono celular de Deckmann y de Dalpra derivó en la detención, ya que había brindado datos falsos a la Fiscalía en su declaración.
El mismo dio datos falsos sobre su desplazamiento en cierto horario determinado, que no coincidía con los datos técnicos recabados por los investigadores policiales, acorde a lo revelado por el oficial Edgar Galeano, de la oficina regional Antisecuestro.
La fiscal María del Carmen Meza con agentes Antisecuestro y del Departamento de Inteligencia de Naranjal detuvieron hoy a Dalpra y luego allanaron su vivienda donde se incautaron de un revolver calibre 38 milímetros, teléfonos celulares y dispositivo de almacenamiento de datos.
Desde las primeras diligencias investigativas los agentes policiales sospecharon del marido de la víctima, porque fue renuente a brindar información a los investigadores, además de otros datos llamativos que recabaron sobre las últimas horas en vida de la víctima.
Uno de ellos fue que la puerta de acceso a la vivienda fue forzada desde adentro, lo que confirmaba que el autor del crimen estuvo dentro de la casa, donde también funciona un minimercado denominado THR.
Entonces, argumentó que estuvo trabajando en una estancia de Iruña, en el momento en que ocurrió el crimen. Dalpra también denunció que le robaron Gs. 20 millones y 2 teléfonos celulares, que había en el ropero que era para comprar mercaderías.