Acorralado por la policía, Alfredo Benítez no pudo ocultar su culpa. El hombre de 38 años, vecino de Helmut Ediger, confesó su participación en el secuestro y muerte del alemán y dos empleados de este.
El detenido fue capturado en la zona conocida como Agüerito y él mismo dirigió a la comitiva fiscal policial hasta el sitio donde había enterrado parte del dinero entregado como rescate por la familia de la víctima.
El operativo estuvo encabezado por el fiscal de la Unidad Antisecuestro Lorenzo Lezcano y agentes del departamento de Antisecuestros de la Policía, quienes ya tienen bajo la lupa a otro presunto implicado, quien sería expeón del propietario del establecimiento situado en la localidad de San Estanislao, departamento de San Pedro, a quien hace tres años habría despedido.
El dinero estaba guardado en una bolsa negra que contenía en total 1.060 millones de guaraníes, de un total de 2.000 millones que habían sido entregados como rescate.
Los investigadores accedieron a la información, gracias al aporte del único sobreviviente del secuestro, un empleado del alemán que logró escapar de los captores, quienes desde un principio se sospechaba asesinaron a las víctimas debido a que estas les habrían reconocido.
El secuestro se registró el pasado lunes tras el regreso del colono a su residencia. El mismo había pasado algún tiempo fuera del lugar tras ser víctima de un intento de extorsión que no prosperó.