Ulises F. (29) de San Lorenzo hace tres meses que no tiene acción con su señora. Ambos contrajeron COVID y todavía están “pila’i”.
“El grado de estrés que uno sufre es alto. A nosotros nos dio muy fuerte, no como al resto que a los 15 días ya se va a trabajar”, dijo a EXTRA.
Señaló que la preocupación es constante con los medicamentos, las consultas y la duda de qué tal amanecieron hoy.
“Hay días y momentos donde nos sentimos demasiado bien, pero no llegamos a tener relaciones, sí acariciarnos, mimarnos”, añadió.
Afirmó que solamente con el tiempo podrán volver a esos días donde a pesar de los problemas tenían sexo.
“Sabemos que un pequeño momento nos va a llevar hasta tres días de recuperación. Estamos muy pila’i”, refirió.
Destacó que el antiviral que toman, Favipiravir, recomienda evitar embarazos durante tres meses para el varón y dos meses para la mujer.
Bajo rendimiento
El sexólogo Ariel González refirió que tiene pacientes que tienen deseo sexual pero su desempeño no es el esperado.
“El estrés circulante, la incertidumbre, el encierro, el no saber qué hacer, los problemas económicos hacen que no tengan cabeza”, apuntó.
Observó que desde hace tres meses, la gente empezó a consultar más, al caer las restricciones.
“La bajada del deseo sexual, es importante asumirla. ¿Por qué no estoy teniendo relaciones sexuales, qué me pasa, qué siento?”, añadió.
Si es necesario, se acude a un profesional, explicó. Detalló que los principales motivos de consulta son el estrés post traumático, la depresión y los ataques de pánico.
“En tema de sexualidad: infidelidades, baja de deseo sexual, disfunción eréctil y anorgasmia (sin orgasmo) en las mujeres”, resaltó.
Menos infidelidad
El ginecólogo Hugo Arellano, mencionó que el deseo sigue pero hay menos infidelidad. “La gente está con su pareja y no tiene muchas parejas por el temor a lo que corresponde al contagio. Hay menos akãhatã”, resaltó.
En el encierro, las parejas no podían salir y esto hizo que aumentaran la cantidad de embarazos, añadió.
“Las parejas no tenían su método de planificación y eso se fue cambiando con el levantamiento de la restricción sanitaria”, dijo.
La dinámica
“Sí aumentaron las consultas de pareja pero no precisamente por pérdida de deseo sexual, sino porque empezaron a convivir más tiempo juntos y eso fue un cambio en su dinámica. El deseo sexual está influido por el estrés, la ansiedad, la depresión, el problema económico”, afirmó David Samaniego, psicólogo.
Los moteles ya levantan cabeza
Lucía Ojeda, administrativa del Motel Sunset de Asunción, mencionó que al principio de la pandemia, disminuyó la clientela. “Se comenzó a recuperar cerca de fin de año y más este año. No se recuperó todavía la totalidad pero vamos por ese camino”, afirmó. Los consumos de bebidas y alimentos dentro de las habitaciones están normalizados, indicó. “Eligen más las habitaciones económicas. Los días de más demanda son de jueves a sábados”, dijo.