(ilustración: notieste.com.ar)
La Coordinación Nacional de Pastoral Familiar, de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), lanzó un comunicado ayer en el cual expresa su desacuerdo con el proyecto del Ministerio de Salud de promover el uso del implante anticonceptivo subdérmico.
Según el escrito, la intención es alertar a los cristianos católicos que este producto puede ser “abortivo”, ya que impide que el embrión se desarrolle. Además, señala que la Iglesia católica no acepta la utilización de anticonceptivos artificiales.
“Pero lo que el Ministerio de Salud quiere es ofrecer una variedad de anticonceptivos a las mujeres, para que ellas puedan elegir con qué método poder cuidarse”, sostuvo el doctor Jorge Sosa, director de Salud Sexual y Reproductiva de la cartera sanitaria.
Añadió que la Iglesia no acepta ningún método, por lo que alegó que “es difícil que acepten esta nueva opción, pero la realidad que se vive en el país nos obliga a buscar más variedades para que no haya embarazos adolescentes”.
Desde agosto
Sosa negó que el implante tenga reacciones colaterales negativas para el cuerpo de la mujer, como señala la postura de la CEP, sino que se tratan de síntomas normales como el uso de otros anticonceptivos.
El método subdérmico es una varilla de plástico que se introduce debajo de la piel del brazo de la mujer. Este dispositivo libera hormonas que suspenden la producción de óvulos por un periodo de cuatro años.
Desde agosto próximo, distribuirán 800 implantes en distintos hospitales del país. Van dirigidos especialmente a adolescentes, pero el objetivo es que mujeres de distintas edades puedan acceder al producto.