La historia detrás de la candidata a senadora del Movimiento Republicano para la Libertad, María Elena Lugo Ramírez, integrante del grupo religioso “Pueblo de Dios”, es una de las más sorprendentes en Encarnación.
Don Cancio Cáceres, poderoso empresario de la ciudad, la denunció en el año 2013 por supuestamente apropiarse de todos sus bienes y dejarlo sin nada. También posee un juicio en curso por abandono de persona y maltrato, según confirmó el abogado Ricardo González.
María Elena empezó como ayudante de peluquería, conoció a don Cancio en la Terminal de Ómnibus cerca del año 2000. Él la llevó a su casa como trabajadora doméstica. Con el paso del tiempo, el empresario se enamoró de ella; entonces, se separó de la mamá de sus hijos y emprendió una relación con Lugo.
Todo era color de rosa, hasta que en el año 2005 aproximadamente, su expareja, Benicia Ozuza, lo denunció por “reconocimiento de unión de hecho”, exigía la división de bienes. Don Cancio ganó el juicio y la abogada defensora solicitó la regulación de sus honorarios profesionales. Es entonces su concubina lo convenció de transferirle sus bienes, por temor a que se lo saquen. “Don Cancio transfirió todo, absolutamente todo, a la señora María Elena, hasta sus terrenos en el cementerio”, relató el abogado González, de la parte acusadora.
Tortura y abandono
Pasaron los años y la relación del empresario se volvió una tortura. “Don Cancio sufría diabetes, necesitaba medicamentos y una alimentación especial. María Elena le fue privando de todo y su salud fue deteriorándose”, relata el defensor.
Manifestó que la concubina de su cliente lo dejaba a cargo del guardia de seguridad en una de sus casas, sobre la calle Constitución, mientras ella llevaba una lujosa vida con otra pareja. “Cuando mi cliente enfermaba, el guardia llamaba a María Elena, pero ella nunca atendía porque viajaba a Asunción con su otra pareja. Entonces, los vecinos lo socorrían”, aseguró.
El hijo lo rescató
Los vecinos avisaron de la situación a Alexis Cáceres, hijo de don Cancio. “Fui a corroborar y lo encontré tirado, golpeado y en condiciones de abandono”, relató en una nota realizada por Itapúa Noticias el año pasado.
El señor permaneció internado mucho tiempo. “Nueve meses costó su recuperación, yo tenía que dormir a su lado porque él tenía miedo”, indicó Alexis. El empresario falleció en el 2015, pero antes realizó la denuncia.
“A mí no me importa la plata, lo material se recupera, a mi papá ya no me devuelve nadie”, dijo el hijo. El juicio está prácticamente cerrado, la familia Cáceres espera la sentencia final del juez.