
Corresponsalía. Caacupé.
En una de las parábolas del Nuevo Testamento, Jesús, al visitar la sinagoga encontró a varios mercaderes, y tanto se enojó por encontrarlos en casa de su Padre, que los echó a todos del lugar.
En Caacupé, fueron varios los sacerdotes que intentaron la salida de los comerciantes del lugar, pero esta vez se logró con la ayuda de las autoridades. Vendedores que se plantaban cada año rodeando la Basílica, son cambiados de lugar, porque todo el sitio será refaccionado.
Esta vez los chiperos, asaditeros y vendedores varios, aceptaron sin muchas dilaciones las casillas que la Municipalidad les ofrecía. Ya no podrán vender sus mercaderías fuera de sus pequeños locales.
Los miembros de la prensa que realizarán la cobertura en el Santuario mariano, lo harán sobre tarimas que se dispondrá frente a la explanada. Se pondrá también un techo para evitar que la lluvia y el sol suspendan las celebraciones religiosas de la que participan miles de creyentes y devotos de la Virgen para cumplir con sus promesas.
¿Quién fue el que les convenció?
El obispo Claudio Giménez consiguió que los vendedores liberen la calzada y las veredas de los alrededores del Santuario, esperando la posible venida del Papa Francisco a Paraguay en el 2016. La Gobernación invirtió 500 millones de guaraníes. El objetivo es transformar las cuatro calles que rodean al Santuario en sendas peatonales.
La Municipalidad, por su parte, construyó una zona comercial para los vendedores, incluyendo las 64 casillas. El presidente de la Asociación de Vendedores de Caacupé, Félix García, destacó que todos están de acuerdo con la reubicación y pagarán un alquiler de 250.000 guaraníes por casilla.