Después de toda una vida de búsqueda, Tainara Cauana Danette Karling, una joven de 21 años, encontró finalmente a su mamá biológica, gracias a un posteo compartido en redes sociales.
Tainara, nacida el 24 de marzo de 2004 en el Hospital Corazón de Jesús, en Iruña, Paraguay, fue adoptada por la familia Karling-Danette, quienes la criaron con todo su amor. Sin embargo, el deseo de conocer su origen y su historia nunca la abandonó. Fue a través de las pocas pistas que su madre adoptiva, Alice Karling, le había dejado antes de fallecer que Tainara decidió emprender la búsqueda de su madre biológica.
“Ella me dijo que mi madre biológica era muy joven y que venía de una familia muy humilde. También me contó que el padre de ella —mi abuelo materno— era un señor muy estricto, que no aceptaba el embarazo”, contó en sus redes.
También sabía que su madre biológica vivía cerca de la zona de Santa Teresita, en una casa modesta a las afueras del distrito de Iruña, departamento de Alto Paraná, y que fue el padrino de Tainara, Arlindo Rossete, quien contactó a la familia adoptiva para ofrecerle un hogar.
Un detalle que la mantuvo con esperanza fue que, según le contó su mamá adoptiva, en el momento de la entrega le dejó a la madre biológica una foto de Tainara recién nacida. Una foto que ella también conservaba.
No se rindió
A pesar de los pocos datos, Tainara no perdió la fe y compartió su historia en su Facebook, pidiendo cualquier información que pudiera ayudarla a encontrar a su mamá.
Aseguró que su intención no era juzgar a su madre, sino que solo quería conocer su origen, su historia y quizás, algún día, poder abrazar a quien le dio la vida.
El caso fue publicado por la página Central Santa Rita De Noticias y gracias a que se hizo viral, el milagro ocurrió: Tainara logró encontrar a su madre biológica y posteó una foto con ella abrazadas, junto a un emotivo mensaje que decía: “Después de 21 años encontré mis raíces. Después de 21 años, finalmente te encontré mamá”.
La historia conmovió a los internautas quienes señalaron que es un ejemplo de perdón y perseverancia.