En un año de trabajo, detuvieron a 37 personas, requisaron 65 vehículos y más de 12 millones de cajetillas del producto. El daño evitado al fisco brasileño se calcula en poco más de 40 millones de dólares en ese lapso de tiempo.
La Policía Federal informó que la organización criminal entraba desde el Paraguay con carretas completas de cigarrillos por la frontera de Paraná hasta la capital de San Pablo, donde era fraccionada y ofrecida a revendedores que hacían llegar al consumidor final.
El diario Gazeta do Povo habla de 907 millones de dólares decomisados en 4 años, casi 4 veces más que lo decomisado en marihuana. Lo que no logran capturar es imposible de cuantificar.