Llevar niños a una boda no siempre está permitido. Algunos novios dicen sí, otros no, pero la segunda opción no cae bien a los papás.
El debate se inició fuertemente a raíz de la publicación de Facebook de Junior Román (32), sobre una invitación a un casorio, pero sin peques.
“Hay lugares y horarios en que mi hijo se va conmigo, si no puede, si no le dejan, si no le quieren, pues nos quedamos a jugar en casa”, refirió el fernandino en su posteo.
Muchos lo apoyaron, pero otros le bajaron la caña; sin embargo, su postura no cambiará, según dijo a EXTRA.
Junior admitió que hay excepciones por la cual los peques no pueden ir a un casorio: que se realice de noche, espacio muy pequeño y lugar muy riesgoso para ellos. Pero.. tiene su concepto hacia esta “moda”.
“Es intolerancia”
“Hay gente que no quiere nomás a los niños porque gritan, porque lloran, porque corren y eso en definición es intolerancia. La mayoría de las bodas se hace de noche y si mi mejor amigo me invita, lo siento amigo, pero yo sin mi hijo no me voy o por lo menos me voy a ir antes de que empiece el guryry”, manifestó.
Mal ambiente
Por su parte, Dana Vera, contó que no invitó a chiquitos a su boda; solo fueron unos cuantos, pero que formaban parte del cortejo.
“No es un ambiente propicio y los mismos padres no están cómodos, deben fijarse que no rompan nada, no toquen nada y tampoco es que puedan divertirse”, opinó.
Sin embargo, dijo que respeta la decisión de los papis que prefieren no asistir si no llevan a sus peques porque no los quieren dejar o no saben con quién dejarlos.
La especialista en bodas Vanessa Franco, indicó a EXTRA que trabaja con ambos tipos de anfitriones: los que están a favor y en contra, porque los chiquitos se pueden lastimar o porque se meten en las tomas fotográficas. En estos casos, la mayoría de los invitados se enojan, algunos aceptan y otros cancelan.
“Hay más gente que se aguanta de tener que invitar a niños, en las reuniones te dicen ‘no me gustaría, pero no puedo no invitarle’, está siempre esa mea culpa de la sociedad, no les queda de otra”, resaltó.
Son “gastos extra”
En algunos casos, las criaturas que van a la fiesta son sobrinos de los novios o hijos de amigos, entonces se les busca alguna actividad exclusiva como mesitas donde puedan pintar, juegos (globo loco), etc, según contó la especialista.
Estas actividades significan “gastos extras”.
A favor, pero...
“No estoy en contra de que los niños asistan siempre y cuando sus padres estén atentos a ellos. Pero si una boda dice “sin niños” no es para que se enojen. Sino para que disfruten al 100% de la fiesta sin preocupaciones y sin temor de que haya accidentes”, Diana Gómez, Novia /Limpio.
Otros debates que crean roncha en los casorios
- La ropa de la invitada no debe coincidir con el de la novia.
- Pelea por el centro de mesa.
- La porción de la torta (quejas porque es muy pequeña).
-El resto de comida (quejas porque algunos llevan para el perro).
- Si los invitados rompen algo en la boda ¿Quién tiene que pagar?.
Transferencia
Las invitaciones de antes traían incluida la lista de regalos, donde el invitado podía elegir el obsequio en una casa de electrodomésticos. Ahora viene con una cuenta de banco donde el invitado debe depositar un monto X.
Piden dinero de regalo
El costo promedio de una cena para invitados, incluyendo las sillas y mesa sale entre G. 350.000 a G. 400.000, por persona, por lo tanto lo ideal sería regalar como mínimo G. 1.000.000, según manifestó la especialista en bodas.