Un penal cobrado por el árbitro habría sido la gota que colmó el vaso para los inadaptados del fútbol en el noveno departamento. Allí se disputaba un partido entre el Club Teniente Castro y el Club Sol de Mayo, por el campeonato oficial en el distrito de San Roque González, Paraguarí.
El encuentro deportivo pasó a ser una verdadera batalla campal cuando el árbitro pitó el tiro desde los 11 pasos. El gol fue convertido y desató la furia de los aficionados del equipo contrario, según versiones.
El bochornoso episodio quedó registrado en un video donde se ve que la cancha se convirtió en un ring, tanto que una doña ingresó y “corrigió” con un paraguas a los árbitros. De paso, un policía también ligó el sombrillazo, mientras el réferi y los asistentes de líneas corrían por sus vidas.