Un candente momento fue el resultado de la explosiva mezcla entre el fanatismo irracional y el alcohol en el barrio Santo Domingo de Guzmán de Concepción, donde aficionados a Olimpia y Cerro protagonizaron un casi mortal episodio.
El suboficial Jorge Arévalos, jefe del Puesto Policial número 9 comentó a EXTRA que todo comenzó cuando el árbitro dio la pitada final del encuentro, cuando un joven fue reventado y su padre, decidió hacer justicia por manos propias.
“Posterior al partido hubo una gresca, una batalla campal. Después de eso hubo de nuevo una pelea con miembros de otro barrio que pasaron por el lugar. Ahí uno de los hijos del señor Julián Echeverría Riveros fue víctima de una golpiza con varilla y machete, entonces el señor agarró un arma y empezó a perseguir a los autores”, relató el agente.
Fue así que llegó hasta la casa de Pedro Javier Arce, donde disparó contra él y su novia, una chica de 16 años. El muchacho de 19 recibió dos balazos, uno en el pecho con orificio de salida en la espalda y otro en el muslo. La chica recibió una en la pierna. El autor, de 62 años, huyó del lugar rápidamente, se presume hacia la localidad de Pozo Colorado en el Chaco, donde labura.
“Sus parientes dijeron que había llegado recién de esa zona, pero habría vuelto ya hacia ahí", indicó el oficial. El hecho ocurrió alrededor de las 20:40 del ayer. Las víctimas fueron auxiliadas al hospital Regional de Concepción, donde fueron atendidas. Arévalos mencionó que ninguna de las partes involucradas denunciaron el hecho.
De acuerdo con las evidencias levantadas por agentes de Criminalística, Echeverría Riveros habría utilizado un revólver calibre 38 para cometer el hecho.