La exposición sin control de los niños y adolescentes a las redes sociales es una ventana abierta para el acoso. Los casos van en aumento y las cifras son alarmantes. Datos que reveló el Ministerio Público demuestran que solo en el 2016 fueron denunciados aproximadamente 1.400 casos de cyberbullying.
Según Gunter Krone, del Departamento del Delitos Informáticos, si bien el cyberacoso no es un delito, las consecuencias de la misma pueden derivar en hechos punibles. “Cada caso debe ser analizado, pero tengo entendido que por ley el Ministerio de Educación debe intervenir cuando se da un caso de acoso en el entorno educativo del niño o adolescente”, explicó.
Si el caso no se da dentro del ambiente estudiantil, la denuncia se debe realizar directamente al Ministerio Público, añadió. Krone también señaló que la pornografía infantil encabeza la lista de acosos más denunciados.
Atención
Por su parte, la directora del Centro de Atención de Víctimas del Ministerio Público, Karina Pérez, dijo que existen ciertos comportamientos que demuestra el niño que sufre acoso (ver cuadro). Instó a los padres a dialogar y controlar el entorno de los hijos, a fin de evitar llegar a una situación extrema.
“Cuando los síntomas se intensifican o el niño se siente muy perturbado por el cyberacoso, podemos notar ya posibles ideas suicidas y eso nos tiene que llamar mucho la atención”, advirtió.