Un terrible accidente casero tiene como protagonista a un bebé de dos añitos. El pequeño estaba correteando en la casa, en una compañía de Caazapá, el lunes. En un momento dado, se dirigió a la cocina, donde hervía sobre leñas una olla para cocinar mandioca. En un descuido, el niño derramó el líquido hirviente, lo que le produjo profundas heridas en el cuerpito.
La madre lo llevó al Hospital Regional de Caazapá, donde el chico recibió los primeros tratamientos, pero por los daños, precisaba de cuidados especializados. Carlos Álvarez, director del centro médico, dijo a EXTRA que recibió la notificación de lo ocurrido cuando el menor ya fue trasladado al Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer), de la capital, en la mañana de ayer.
“Lastimosamente ayer (por el lunes) también tuvimos un caso parecido, pero ya salió de alta el niño. Me informaron que el caso del chico de Caazapá es un más complejo, informes médicos tendremos recién mañana (por hoy)”, explicó Bruno Balmelli, director del Cenquer.
Añadió que la mamá y la criatura recibirán asistencia del albergue del centro médico.
El frío aumenta las atenciones
Bruno Balmelli, director del Cenquer, señaló que con la llegada del frío la cifra de quemados se incrementa. El 65% de los pacientes son niños, en su mayoría menores de 5 años que sufren escaldaduras, es decir, quemaduras con líquidos calientes.
Algunas víctimas requieren internación de casi un mes y otras, cuidados intensivos. Las manos, cara, pecho, cuello, genitales y la panza son las zonas más afectadas.