20 jun. 2025

Ni el frío los frena: roban abrigos, ruda y hasta gallinas

Los descuidistas ya no solo se llevan lo que está colgado, también lo que está enterrado.

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Los ladrones ya no solo se llevan lo que está colgado, también lo que está enterrado.

Captura de video

El frío golpea fuerte, pero a una familia del barrio San Miguel, en Villarrica, le tocó enfrentar algo más: la visita silenciosa de un ladrón que se llevó sus abrigos durante la madrugada.

Ocurrió el miércoles 18 de junio. Mientras todos dormían, un hombre entró al patio de la casa y fue directo al tendedero. No forzó ninguna puerta, no buscó plata ni electrodomésticos. Fue por la ropa.

El momento quedó registrado por las cámaras de seguridad. El ladrón no estaba apurado. Caminaba tranquilo, revisó prenda por prenda, tocó las camperas, se tomó su tiempo para elegir. Como si estuviera comprando. Al menos tres abrigos gruesos se llevó al hombro, y después se fue caminando con total calma.

El robo de abrigos ocurrió en plena madrugada, mientras los dueños de casa dormían.

Los dueños de casa compartieron el video, indignados. En plena ola de frío, les dejaron sin ropa de abrigo y sin respuestas. “Ni la ropa se puede dejar afuera”, comentaron en redes.

Pero no fue el único robo insólito de estos días

En Caacupé, otro hecho fue captado por cámaras. Esta vez, el objetivo no fue ropa ni gallinas, sino una planta de ruda. En las imágenes se ve a un hombre que entra al patio, arranca la planta del suelo y sale corriendo. Un perro lo persigue, pero el tipo se escapa.

Ni las plantas se salvan de la inseguridad.

Los dueños sospechan que puede tratarse de un consumidor de drogas por la forma en que actuó. El robo ocurrió a eso de las 9:43 de ayer. Y en Luque, una mujer denunció que varios adictos ingresaron al fondo de su vivienda en medio de la tormenta. El hecho ocurrió en la Fracción Jardín de París 3, barrio María Auxiliadora, en Mora Cué. Los desconocidos cortaron el tejido del gallinero y se llevaron varias gallinas.

Según la denuncia, no es la primera vez que ocurre algo así. Los vecinos aseguran que viven con miedo y que los “chespis” tienen en zozobra a la zona. Algunos ya optaron por encerrar a sus animales dentro de la casa para evitar que se los roben.