19 ene. 2025

Adoptó a su “nana” que encontró abandonada

HISTORIA DE AMOR, AGRADECIMIENTO Y HUMILDAD DE UNA FAMILIA DE ASUNCIÓN

La mujer que la crió desde bebé ahora es parte de su vida.


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LAS “MAMÁS”

La mamá, Josefa Mongelós (izq.) y la “nana” de la familia, Olegaria Olmedo, conocida como Lula.

PAPÁ

Mariana dando un beso a su papá, Fidencio Silvero. El señor se encuentra enfermo.

FAMILIA

Con sus hijos, su nieta, mamá y nana.


“Uno recoge lo que siembra”, dice el dicho. Lula sembró amor y ganó a su ángel de la guarda. Doña Olegaria Olmedo, conocida como Lula de cariño, empezó a trabajar a los 15 años en casa de los abuelos de quien muchos años más adelante sería la niña que criaría.

Josefa Mongelós, hija de la patrona, tenía casi la misma edad que Lula y, a pesar de que ella era empleada doméstica, se hicieron amigas. Cuando Josefa se casó la llevó a trabajar en su casa y le confió el cuidado de su única hija, Mariana Silvera.

“Ella es mi ‘nana’, pero en realidad es como mi mamá. Estaba conmigo más que mis verdaderos padres que trabajaban todo el día. Con el tiempo la jubilamos pero, cada vez que podía, iba a visitarla. Después que falleció su sobrina que la cuidaba, quedó abandonada. Me partió el alma verla así y la llevé a vivir conmigo y mi familia”, contó Mariana.

Doña Lula, de 88 años, nunca tuvo hijos, trabajó por más de 48 años con la familia Silvero-Mongelós, sobre todo, cuidando a Mariana.

“La niña de sus ojos” se convirtió en una profesional, pero sobre todo, en una mujer de gran corazón.

La señora Mariana tiene cinco hijos y dos nietos. Además de cuidar de ellos, vela por su mamá, Josefa Mongelós de 90 años, y su papá, Fidencio Silvero (84), quien necesita ser atendido por una enfermera las 24 horas del día. “Yo me divorcié muy joven e hice frente a lo que Dios puso en mi vida: mis hijos, mi mamá, mi nana y mi papá enfermo. Jamás los llevaría a un asilo”, dijo la señora. Lula, con lágrimas en los ojos, afirmó que Mariana es la hija que nunca tuvo y que siempre reza por la familia.