Trabajar como delivery es muy peligroso ra’e por los asaltos, accidentes, acosos sexuales y problemas de pago que pasan todos los días los repartidores.
Un claro ejemplo de ello es lo que le pasó a Jorge Antonio Vera (25) en la noche del lunes, cuando fue a entregar un pedido al barrio San Pedro de Encarnación.
Al parar su moto Star, color rojo, llegaron dos sujetos en otro biciclo y uno de ellos le amenazó con una pistola y le robó su vehículo de dos ruedas.
Difícil vida
Víctor Roa, del Sindicato Nacional de Trabajadores en moto (Sinactram), dijo que la mayoría de los laburantes del sector gana G. 10.000 por hora y que no tiene ningún beneficio social.
Recordó que un delivery fue baleado por asaltantes en la avenida Artigas y Lombardo, en Asunción. “Tuvimos que hacer rifas, vaquitas, pancheadas y juntar plata y comprarle comida a su familia”, contó.
Tipo en bóxer
Roa dijo que los acosos sexuales son frecuentes en este rubro: “Una vez fui a entregar un pedido, salió un tipo en bóxer y me dijo: pasá vamos a tomar algo. Le dije que no. Insistió mucho pero me negué y al final me pagó”. La mismo le pasó a un compañero con ese tipo cuando fue a realizar una entrega, dijo.
Llamó a la policía para que le pague
Un delivery independiente fue a cubrir una entrega de pizza por valor de G. 200.000 en una casa del barrio Villa Morra, de Asunción.
El trabajador pagó en el local por la pizza, llegó al destino y fue recibido por una chica. Ella agarró la pizza y se metió a su patio, cerró el portón y le dijo que no le iba a pagar porque “se atrasó” en la entrega.
El trabajador insistió por una hora y debió llamar a la policía para que la clienta le pague.