Un joven paraguayo y su abuelita (de unos 70 años) quisieron hacerse los vivos y cruzar al Brasil con más de 100 kilos de marihuana, pero no contaban con que los perros del lado brasileño ya estaban bien entrenados para olfatear hasta lo imposible.
El insólito caso ocurrió al mediodía de ayer, martes en la Aduana del Puente Internacional de la Amistad, donde los agentes de la Receita Federal, con apoyo de la Policía Federal y la Fuerza Nacional, pillaron el cargamento oculto en el vehículo en el que viajaban los compatriotas.
Según los intervinientes, durante una inspección de rutina notaron que el auto tenía unos “retoques” raros y no cuadraba del todo. Fue entonces que pidieron refuerzo al Cuerpo de Bomberos, quienes metieron mano sin miedo y forzaron algunas partes del vehículo, revelando que dentro había más de 100 paquetes de marihuana prensada.
En principio el conductor dijo que iba a pasear con su abuela, pero nadie le creyó el cuento. Al final, tanto él como la señora terminaron con las manos esposadas y fueron llevados a la sede de la Policía Federal en Foz de Yguazú, donde quedaron a disposición de la justicia brasileña.
En total se incautaron 111,4 kilos del “purete”, que iban a ser distribuidos en territorio brasileño. Ahora, las autoridades investigan si la doña estaba al tanto de todo el operativo o si su nieto la llevó engañada.
Chilenos cayeron con droga y dijeron que es para la depresión
Dos turistas chilenos fueron aprehendidos en Ciudad del Este con supuesta marihuana dentro del auto que alquilaron.
El paseo por Paraguay terminó mal luego de que la Policía los encontrara con droga, que según ellos, era para “tratar la depresión”.
Ocurrió ayer, martes, cerca del mediodía, en el Km 9 Acaray, frente a la penitenciaría de menores de Ciudad del Este. Allí, agentes de la subcomisaría 46ª detuvieron un Volkswagen Polo, y cuando les pidieron los documentos del vehículo, los mismos no supieron mostrar ni un solo papel.
Los ocupantes fueron identificados como María Consuelo Stoppel Translaviña e Ignacio Alberto Pino Contreras, ambos de nacionalidad chilena, quienes aseguraron que alquilaron el rodado en el aeropuerto Silvio Pettirossi.
Los uniformados les pidieron que los acompañen hasta la base para verificar la versión, y ahí fue cuando uno de los intervinientes les dijo que había un fuerte olor a marihuana. Al ser consultados, el muchacho se sinceró y sacó un estuche gris del asiento trasero y adentro había marihuana y varios porros ya listos.
La mujer no se quedó callada y dijo que en su país tiene receta médica para fumar eso, porque sufre de depresión.
El fiscal antidrogas Elvio Aguilera ordenó la detención de ambos y la incautación del vehículo.