Doña Felicia Vallejos, quien es admirada por seguir trabajando en la chacra, a pesar de tener 100 años, pidió ayuda a la prensa para poder volver a tener una calle que le saque hasta la ruta. Actualmente, la abuela debe pasar por el campo de un vecino para poder salir de su casa, ubicada en la compañía Ita Juru, de San Miguel, Misiones.
“Un vecino que es liberal no me aguanta porque soy colorada y quería comprar de mí mi terreno, pero como yo me negué, alambró todo la calle que una jueza había ordenado que sea camino”, cuestionó ña Felicia, al igual que su hija Victoria.
Nota relacionada: Con 100 años, sigue trabajando en la chacra
Ambas explicaron que están “encerradas” y, en días de lluvia, ni vehículo puede entrar hasta la casa de ellas y deben caminar como 2 mil metros para llegar a la ruta. “Sobre mi espalda tengo que poner las bolsas para traer. Soy fuerte todavía y llego hasta acá, pero igual necesitamos el camino”, indicó.
Lo que más lamenta es que ninguna autoridad les hace caso, a pesar de tener los documentos donde indica que un pedazo de tierra, de 3 metros de ancho, es una calle, por lo que recurre a los medios de prensa para ver si le hacen caso.
A pesar de tener ya 100 años, la abuela sigue fuerte como una veinteañera y trabaja en su chacra, donde planta maíz, batata, mandioca, sandía, melón, poroto, entre otros, para su consumición. También tiene vaca y gallinas.