Después de una vida entera dedicada a enseñar y formar generaciones, la profe María Elena Paredes Lovera, más conocida como “Marilé”, tuvo al fin la fiesta de cumpleaños que siempre soñó desde niña.
Marilé recordó que en Quyquyhó, Paraguarí, de donde es oriunda, su mamá siempre le preparaba tallarín cada 5 de mayo por su cumple y le compraba una gaseosa que para ella era como un regalo. “Eso era lo máximo para mí”, contó.
Sin embargo, siempre le quedó la ilusión de tener una fiesta con globos, torta, chocolate y rodeada de amigos y familiares, pero la situación económica de aquella época no lo permitía.
Hace unos meses, comentó esto a su hija, Marianela, quien quedó sorprendida al saber que su mamá nunca tuvo un cumpleaños como se merece. Por eso, este año decidió darle una gran sorpresa y le organizó una fiestaza para celebrar sus 64 años de vida. Su cumple es mañana, pero adelantaron la celebración para que sus amigas pudieran estar presentes.
“Desde que me contó que estaba organizando yo me ilusioné y ayer (por el viernes a la noche) no podía dormir de la emoción”, expresó Marilé. Ayer temprano fue a la peluquería para ponerse más linda y recibir a sus invitados.
Al mediodía, comenzaron a llegar sus seres queridos, entre ellos, sus compañeros de la promoción del año 1984, quienes no faltaron a la cita que se llevó a cabo en una quinta familiar ubicada en Lambaré.
Ña Marilé es muy querida en la comunidad. Fue profesora y directora en la Escuela General Fulgencio Yegros de Quyquyhó. Sus exalumnos la describen como la mejor profe, destacando su paciencia y amor por la enseñanza.
El momento más emotivo para la cumpleañera fue cuando llegó Elías Bobadilla “El Mariachi Solista de Quyquyhó”, quien dedicó unas músicas que hicieron llorar de emoción a ña Marilé.