El hecho ocurrió ya el 19, pero ayer el vecino le contó a la mamá que ese día vio huir de la casa al tío y ahí la nena confesó.
El condenado, Ignacio Duarte, se presentaba como Pastor y realizaba imposición de manos en la casa de los padres de la víctima.
El hombre persiguió a la menor de 11 años, la agarró por detrás y la arrastró hacia una casa abandonada para abusar de ella.
Le llevó a un yuyal a su víctima a punta de arma. Se le escapó en un descuido y pidió ayuda a los vecinos que le detuvieron.
El muchacho estaba borracho y amenazó con matar a su sobrinito de 1 año, hijo de la víctima, si ella se resistía.
La hermana, una adolescente de 15 años, escapó y pidió ayuda a la vecina.
La niña gritó fuerte y esto alertó a la mamá que acudió en su ayuda. El depravado fue reconocido por los vecinos.