"Se va de este mundo no por la voluntad del Altísimo sino por la maldad de las personas que por motivos viles han arrestado contra su vida hasta la muerte", lamentó doña Teófila Quevedo.
"Madre hay una sola" he'i ningo la gente, que no sea un refrán, más bien dilo de frente. "En vida, hermano, en vida", oje'e avei, aníke nerasê gua'u oho ove ndehegui.
El protagonista de la famosa película decide poner fin a su vida a sus 86 años, tras sufrir dos ACV. "Envejecer apesta y no puedes hacer nada al respecto", dijo.
Sufre no solo el desamparo de su gente, también el abandono nuestro. ¡Huérfana de padres, huérfana de Estado! Ocho años tenía y, además, gastada la vida.
El cambio genera incertidumbre y esa incertidumbre nos da miedo. El ser humano tiene mucho deseo de control, pero como seres racionales que somos, es preciso aprender que la seguridad no existe, excepto en el caso de la muerte.