La farandulera de los rulitos respaldó a los taxistas, desatando la bajada de caña de la modelo. Ibarra mencionó que la cuerona estaría celosa y que quiere colgarse de ella para figuretear.
la cronista de radio urbana, dalma Benítez, relató que un trabajador del volante la agredió y le tocó los pechos. Le gritaron que una comunicadora no puede llorar.