Durante seis horas le bajaron la caña a la senadora por no cumplir con la cuarentena, pero sobre todo por mentir respecto al viaje que tenía que hacer a Guatemala, pero fue finalmente a Perú. La parlamentaría presentó incluso los supuestos gastos que hizo.
Durante la sesión extraordinaria en la que se pretendía buscar al sustituto de Payo Cubas, los senadores liberales Dionisio Amarilla y Salyn Buzarquis casi llegaron a los golpes. Se trataron de ladrones y vendidos.